En los últimos tiempos nos hemos dado cuenta más que nunca de que nuestra salud es el bien más importante que tenemos y de la necesidad de llevar una vida sana. Y lo hemos tenido que aprender a golpe de toques de queda, de confinamientos y de preocupación por nuestros seres queridos. Porque normalmente la salud es aquello que olvidamos hasta que lo perdemos.
Y es que estamos seguros de que muchas personas al comienzo del año cambiaron el dicho: “Salud, dinero y amor” por “Salud, salud y más salud”. Muchos de nosotros hemos empezado dietas, hemos hecho ejercicio en casa y hemos dejado vicios durante esta ya larga y pesada pandemia. ¿Tu eres una de esas personas? Y si lo eres, ¿continúas con los buenos propósitos? 🙂
Pero ¿qué es en realidad una vida sana?
Quizás si nos preguntasen individualmente, contestaríamos más o menos lo mismo, que se trata de vivir la vida lo más alejado de aquellas cosas que nos dañan, tanto física como, no hay que olvidarlo, mentalmente.
Y seguro que también podemos enumerar aquellos vicios o costumbres que no son buenos y que, a larga, pueden llegar a pasarnos una gran factura.
Lo que está claro es que cuanto antes empecemos a cambiar nuestros hábitos y a vivir una vida saludable, antes lo notaremos en nuestro día a día y a la larga nuestro cuerpo nos lo agradecerá.
Y es bastante menos duro de lo que crees. Solo tienes que incorporar los 5 consejos que te contamos a continuación y ¡empezarás a ver cambios!
Los 5 hábitos imprescindibles para llevar una vida sana
1. El agua es vida
Beber agua es indispensable para vivir. Pero ¿sabes cuál es la cantidad de agua que deberías beber diariamente? Quizás hayas oído hablar de la regla de los ocho vasos al día. Pero realmente dependerá mucho de tu actividad, tu peso, tu constitución… Una de las cosas que tienes que tener en cuenta siempre: Cuando ya sientes sed, es porque ya estás empezando a deshidratarte. Así que, evítalo y que mantenerte hidratado durante todo el día, se convierta en un hábito saludable.
Beber agua es bueno para tu piel, evita las arrugas prematuras, elimina toxinas, ayuda a la digestión de alimentos, a mantenerte en línea y es imprescindible si realizamos actividades o ejercicio o en las épocas de más calor.
Si no te apetece tomarte agua durante todo el día sin más, ¿por qué no pruebas a echarle unas hojas de menta, o a prepararte infusiones o comer fruta que contengan mucho líquido como la sandía, fresas o melón? Además de quitarte la sed, tienes mil recetas, sabores y beneficiarás tu cuerpo… y mente. ¡No tienes excusa para no hidratarte!
Comienza el día tomando un vaso de agua templada en ayunas, te ayudará a activar tu metabolismo y a cargarte de energía. Sustituye los refrescos azucarados (que te darán más sed) por infusiones de diferentes sabores. ¡Notarás el cambio!
2 .Somos lo que comemos
Siempre hemos leído que hay países como Japón o España que tienen muy buenos indicadores de vida saludable y son de los más longevos del mundo. Y esto es debido, junto a otros factores, a la alimentación.
La famosa dieta mediterránea, por ejemplo, se basa en verduras, frutas, legumbres, frutos secos, pescado, carne, sobre todo en la variedad… Y en la cocina japonesa, comer sano, es todo un arte y una forma de vida.
¿Conoces más ejemplos de dietas saludables y variadas? Seguro que sí. Comer sano no tiene por qué significar pasar hambre, hacer eternas dietas, comer cosas que no nos gustan…
Trata de variar tu alimentación, experimentar, no aburrirte al comer siempre lo mismo. Intenta incorporar alimentos saludables a tu dieta diaria y olvídate lo máximo posible de la comida basura, la bollería industrial, las grasas saturadas… Tu corazón, tu estómago y tu cuerpo en general, te lo agradecerán siempre.
¿Conoces la campaña #HambreCero? Te proponemos este reto que, además de saludable para ti, lo será para el planeta.
¿Quieres saber más sobre el reto Hambre Cero? Te lo contamos en nuestro artículo
El reto Hambre Cero y sostenibilidad de la ONU
3. Descansar bien, clave para una vida sana
Siempre nos han recomendado dormir una media de 7 u 8 horas diarias. Pero no todo el mundo necesita dormir la misma cantidad de tiempo para sentirse bien y activo durante el día. Depende mucho de las personas, incluso de su edad, la actividad física, etc. Por lo general, no es recomendable domir (a largo plazo) menos de 6 horas o, al contrario, dormir más de 11 horas. Como siempre, en el término medio medio está la virtud.
Si te interesa el tema y quieres saber más, puedes consultar la National Sleep Foundation.
Sus recomendaciones hasta el momento por franjas de edad:
- Recién nacidos (0 - 3 meses): 14 a 17 horas
- Bebés (4 - 11 meses): 12 a 15 horas
- Niños pequeños (1 - 2 años): 11 a 14 horas
- Preescolares (3 - 5 años): 10 a 13 horas
- Escolares (6 - 13 años): 9 - 11 horas
- Adolescentes (14 -17 años): 8 - 10 horas
- Adultos jóvenes (18 - 25 años): 7 - 9 horas
- Adultos (26 - 64 años): 7 - 9 horas
- Adultos mayores (+ 65): 7 a 8 horas
Dormir poco o demasiado, puede traerte desajustes que te afectarán a la larga. Incluso puede cambiar tu metabolismo y lo peor, que te falte energía durante el día y todo te cueste un mundo.
Olvídate de las preocupaciones cuando vayas a dormir. Todo lo que al final del día te parezca que no tiene remedio, al día siguiente encontrarás soluciones con el cerebro descansado.
Si tienes problemas de sueño, no comas mucho justo antes de dormir y sustituye las bebidas azucaradas (¡por supuesto 0 cafeína!) por alguna infusión relajante. El ejercicio habitual, también te ayudará a llegar cansado a la hora de dormir…
4. Mantente activo. No te pongas excusas
Y con esto no nos referimos solo a que vayas al gimnasio y te pongas cachas para lucir cuerpazo en el verano. 🙂
Sino que crees del ejercicio un hábito y sea algo de lo que no puedas prescindir.
Y si no eres de los que les gusta salir a correr, esta vez tampoco te dejamos poner excusas. 😉 Dar caminatas por el campo, hacer senderismo, participar en deportes de equipo, montar en bici, montar a caballo, patinar… e incluso sin salir de casa, puedes hacer tablas de aeróbic, de baile o indoor de las miles de webs de deporte que se pusieron tan de moda durante la pandemia.
Jugar con tus hijos, sobrinos, dar paseos con tus amigos, visitar museos, asistir a conciertos, dar clases de baile, hasta irte de compras! Lo que sea, pero no dejes que te atrape el sofá. ¿Qué más ideas se te ocurren?
¿Sabías que repetir algo durante 21 días crea un hábito? Proponte una actividad que te guste, prepara un calendario y repítela todos los días. Te aseguramos que después, ya no podrás pasar sin ello.
5. Mens sana in corpore sano
Ya lo decían los antiguos romanos, que sabían de todo… Cuidar de nuestro cuerpo y nuestra mente es vital. De nada sirve cuidarnos por fuera, si por dentro no mantenemos una adecuada salud mental.
Durante la pandemia, han aumentado considerablemente los casos por depresión, angustia, estrés. Acudir a un terapeuta que nos ayude en ocasiones en las que no podemos hacer frente a imprevistos en nuestra vida, nos puede ayudar a sobrellevar todas estas situaciones.
Cuando nos duele una muela vamos al dentista, si nos rompemos un hueso, vamos al traumatólogo. Si tenemos el alma dolorida, deberíamos ocuparnos de ella, ¿no crees?
Ríete. Pon una sonrisa siempre en tu vida. Aunque a veces cueste. Regálate y regala a los que te rodean una carcajada. Reducirás el estrés, protegerás tu corazón, ejercitarás muchos músculos de cara y cuerpo y te harás a ti y a los demás un poquito más feliz.
Aléjate de aquellas cosas y personas que sean tóxicas para ti. Practica la positividad y el mundo te devolverá lo que le hayas ofrecido.
Y ¿tu? Qué más hábitos crees que son importantes para llevar una vida sana y saludable? ¿Tienes recomendaciones o consejos que te vayan bien? ¿Qué añadirías sin duda alguna a esta lista?